Adicción
sexual: "Tener sexo 5 veces al día no era suficiente"
Redacción
BBC Mundo
|
La adicción de Barker
le causó problemas graves en su relación. Ahora, cuatro años después del peor
momento, está recuperada.
|
"En el peor momento,
incluso tener sexo cinco veces al día no era suficiente", admite Rebecca
Barker, una madre británica de tres niños.
Su comportamiento compulsivo
apareció después de haber tenido a su tercer hijo y en 2014 dice que perdió el
control de su vida por una adicción al sexo que acabó arruinando la relación
con su pareja.
Barker dice que le proponía
constantemente a su pareja tener relaciones sexuales.
"Era literalmente lo
primero en lo que pensaba al levantarme.
No podía sacármelo de la cabeza",
le dijo la mujer de 37 años a la BBC.
"Yo sentía que todo me
hacía pensar en eso.
Creo que estaba vinculado a mi depresión y a la falta de
serotonina.
Yo sentía que el cuerpo entero me lo pedía".
|
Rebecca Barker dijo
que su adicción al sexo arruinó la relación con su pareja.
|
"Me daba un subidón
instantáneo y cinco minutos después volvía a quererlo".
"Me volví ermitaña, me
quedaba en casa porque me daba vergüenza que solo pudiera pensar en eso.
Incluso aunque nadie pudiera leerme la mente, me sentía muy incómoda al estar
rodeada de gente", admite.
La adicción de Barker le
causó problemas graves en su relación.
Aunque al principio a su compañero le
gustó la atención, con el tiempo se volvió una situación imposible para la
pareja.
"Al principio no le
importaba pero hacia el final no podía entenderlo en absoluto.
Después de
varios meses empezó a preguntarse por qué pasaba y qué lo provocaba".
"Me acusó de tener otra
relación. Pensó que eso debía hacerme sentir culpable y que por eso quería sexo
con él todo el tiempo".
En noviembre de 2014 Barker
sintió que necesitaba "un descanso" de esa relación y se fue a vivir
con su madre.
"Cuando me fui le dije
a mi compañero que necesitaba ponerme bien.
Él me dejó ir y la relación se
rompió muy poco tiempo después".
"En aquel momento yo me
trataba con una psiquiatra.
Ella me decía que iba a cambiar mi medicación pero
nunca me dijo que había grupos de apoyo ni nada por el estilo".
En 2012, tras el nacimiento
de su tercer hijo, Barker fue diagnosticada con depresión.
|
En 2014 Barker cambió
de trabajo, se separó de su pareja y se mudó a Francia en un intento por
controlar su adicción.
|
Después, la depresión y la
adicción al sexo coincidieron.
En 2014, cuando todo se intensificó, Barker
cambió de trabajo, se separó de su pareja y se mudó a Francia.
"Adopté muchos cambios
en mi estilo de vida para tratar de superar la depresión y la adicción, y para
mí eso funcionó".
¿Es o no es una adicción?
Todavía no hay consenso
entre los expertos sobre si las personas pueden realmente desarrollar una
adicción al sexo.
Relate, una conocida
organización británica de apoyo a las personas con problemas en sus relaciones,
define la adicción sexual como "cualquier actividad sexual que una persona
siente que está "fuera de su control".
Se espera que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) apruebe en mayo de 2019 la inclusión del
"Trastorno del comportamiento sexual compulsivo" en su Clasificación
Internacional de Enfermedades (ICD por sus siglas en inglés).
|
Peter Saddington,
terapeuta sexual de la organización Relate, dijo que los adictos se dan cuenta
de que están causando daños con su comportamiento pero son incapaces de
cambiar.
|
Pero hoy por hoy
oficialmente no se considera una adicción como la de las drogas o el alcohol,
aunque tenga muchos puntos en común.
Por eso los pacientes de
Reino Unido que creen ser adictos al sexo no reciben ayuda alguna por parte del
servicio de salud pública (NHS por sus siglas en inglés).
Paradójicamente, la
Asociación para el Tratamiento de la Adicción al Sexo y la Compulsividad de
Reino Unido (ATSAC), cree que la adicción al sexo es un problema en aumento.
Dicen que el número de
terapeutas sexuales que tienen se ha duplicado en los últimos cinco años, hasta
los 170 actuales, y que el número de adictos que visitan su centro se ha
cuadruplicado en la última década.
Por otro lado, de acuerdo a
una encuesta a más de 20.000 británicos a través de la página web de apoyo Sex
Addiction Help, el 91% de quienes pidieron ayuda desde 2013 fueron hombres.
Un 1% era menor de 16 años y
un 8% mayor de 55, pero el perfil demográfico más habitual, un 31%, está entre
los 26 y los 35 años.
"Una experiencia
horrible y asquerosa"
Graham (un nombre ficticio
para proteger la identidad de este adicto al sexo) dijo que su comportamiento
compulsivo lo llevó a engañar a su mujer con "cientos" de
prostitutas, algo que le hizo sentir "una culpa desgarradora".
|
Graham dijo que
cuando su esposa lo descubrió sintió alivio.
|
"Cuando estás metido en
lo peor de la adicción estás obsesionado con ese pensamiento, desde que te
levantas hasta que te acuestas".
"Fue una experiencia
horrible y asquerosa, no tiene nada de sexy.
Cuando te levantas por la mañana
con una buena dosis de clamidia (una enfermedad de transmisión sexual), no es
sexy", le dijo a la BBC este hombre de 60 años.
"Es muy dañina y te
destroza la vida".
Graham estima que durante
varios años pagó cientos de dólares al mes por sexo y que llegó a establecer
relaciones con algunas de las prostitutas que frecuentaba.
"Lo que empezó como una
aventura en el trabajo llevó a otra, pero no era como la mayoría de líos
amorosos en el trabajo, que pueden nacer del descontento matrimonial de una
persona, la mía era una adicción que tenía que alimentar a diario",
admite.
"Pronto me di cuenta de
que la manera más rápida y más práctica de alimentar esa adicción era pagando.
Usaba escorts y prostitutas tres o cuatro veces a la semana".
"Es lo mismo que ser
alcohólico, es un círculo vicioso que crece en tu mente.
Te da un subidón
pensar cómo va a pasar algo y después vas y lo haces como planeaste.
Luego
cuando se acaba sientes remordimientos y dices que no lo vas a volver a hacer
nunca más".
"Hay salida"
Graham dejó de llevar esta
"terrible doble vida" cuando su esposa encontró un e-mail y lo
confrontó.
|
"Para la gente
que está en esta situación, quiero que sepan que hay salida y que se puede
romper ese círculo", dice Graham.
|
"Cuando me descubrieron
recuerdo que pensé "Gracias a Dios, quizás algo pueda cambiar"".
Fue entonces cuando le pidió
ayuda a la organización Adictos al Sexo Anónimos (SAA por sus siglas en inglés),
que tiene 78 grupos de autoayuda en Reino Unido.
Dice que a partir de
entonces se abstuvo de las relaciones sexuales extramaritales durante varios
años.
"Es un alivio ir a las
reuniones y ver que hay otras personas que son tan tristes y sórdidas como
tú".
Las terapias individuales y
los programas grupales de rehabilitación que existen en Reino Unido son casi
siempre privados.
También hay muchos recursos disponibles en internet.
El problema está en que es
difícil para un adicto recuperarse solo.
"Los adictos se dan
cuenta de que su adicción está causando daño pero no pueden parar, y reconocen
que necesitan ayuda para que se produzca un cambio", dijo Saddington,
terapeuta sexual de Relate.
Según este especialista para
los adictos a las drogas o al alcohol existe esa ayuda, y los adictos al sexo
necesitan el mismo tipo de apoyo.
La adicción al sexo
"tiene el mismo efecto incapacitante, para sus relaciones, para sus
familias, para su situación financiera y para su estado mental", añadió.
Pero hay esperanza:
"para la gente que está en esta situación, quiero que sepan que hay salida
y que se puede romper ese círculo", dijo Graham por propia experiencia.
post: Marcelo Ferla
Nenhum comentário:
Postar um comentário
Deixe sua opinião.