Las niñas putas del
Mundial de Brasil.
"Espero
tener mucho trabajo con los aficionados al fútbol”, sostiene Thais, de 16 años.
Planea cobrar 23 dólares, cuatro veces más que el precio actual.
por EL MOSTRADORENVIAR RECTIFICAR IMPRIMIR
Hace un tiempo, el
gobierno brasileño retiró de circulación una pieza de una campaña en redes
sociales sobre enfermedades de transmisión sexual, en la que una mujer
declaraba “soy feliz siendo prostituta”. Fue emitida en el marco del Día
Internacional de la Prostituta.
Pese a la censura, se
espera que la prostitución aumente a medida que se acerca la Copa Mundial de la
FIFA en 2014. Especialmente, la prostitución infantil.
“Si bien es legal a partir
de los 14 años, hay muchas niñas menores vendiendo sexo. Según la UNICEF, son
alrededor de 250 mil”, informó Time.
“A los clientes se les
cobra alrededor de 60 dólares. La prostituta obtiene la mitad de eso, menos las
deudas por vestimenta, drogas, alcohol y cosméticos. La niña consigue un cuarto
con lo que paga el cliente”, aseguró Thiago, quien admite haber tenido
relaciones con niñas menores de 14 años.
De hecho, en 2012 una
Corte de justicia resolvió que tener relaciones sexuales con niñas de 12 años
no era necesariamente una violación, pues algunas de ellas trabajan como
prostitutas. Amnistía Internacional calificó dicha resolución como una “luz
verde para los violadores”.
RELATOS
Poliana, 14 años
“Cuando comience la Copa
del Mundo habrá muchas más chicas de mi edad y más jóvenes. Yo soy una de las
mayores”, sostiene Poliana, de 14 años.
La menor lleva sólo tres
meses en el oficio. La niña vende su cuerpo a los trabajadores del Arena
Corinthians por menos de 4,7 dólares durante su hora de comer.
La cama de Poliana,
cubierta de muñecos de peluche, se encuentra en una pequeña habitación escondida
en un laberinto de callejones con alcantarillado abierto adonde van los obreros
para comprar a chicas como ella, consigna el medio electrónico argentino.
La adolescente relata que
salió a la calle la misma noche que murió su madre: “No sabía cómo iba a
encontrar dinero para comer o pagar el alquiler. Pero no pasé mucho tiempo así.
Había muchos hombres de la construcción que buscaban sexo”.
Hace dos semanas se enteró
de que estaba embarazada. Sin embargo, todos los días, a la hora del almuerzo,
la joven se arregla para cumplir con sus clientes en uno de los hoteles
cercanos a la favela.
Thais, 16 años
“Casi todos mis clientes
son de la construcción, siempre pagan, pero no siempre me tratan bien. Pero,
¿qué puedo hacer? Mis padres están muertos, necesito dinero. Si no fuera por
los hombres que trabajan en el estadio, no sé qué haría. Mañana uno de ellos ha
reservado un día entero en el hotel conmigo, será un buen día de trabajo para
mí”, dice la niña de 16 años, que es considerada como la menor más ‘vieja’ en
la profesión.
“Espero tener mucho
trabajo con los aficionados al fútbol cuando empiece el Mundial”, agrega la
niña, explicando que planea cobrar 23 dólares, cuatro veces más que el precio
actual.
post: Marcelo Ferla
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